Así que, sin dudarlo, el BLANCO era su color.
Todo el mobiliario en tonos blancos, y detalles en tonos neutros, ampliaban el espacio y reflejaban la luz.
Sin embargo, aún faltaba algo.
El espacio quedaba algo neutro y poco personal.
Quizá un punto de color consiga crear la sintonía que falta: CAMOMILA.Carmen ya es usuaria habitual del papel pintado. La mayoría de los dormitorios de su casa lo tienen en sus paredes, aunque siempre en una línea sencilla: clásicas rayas o pequeñas flores.
Por eso, esta vez quería renovarse, arriesgar con un estampado más impactante. Sentir que el papel, de verdad, viste sus paredes. Así pues, el estampado Hydrangea camomila ha sido su elección:
La cama enmarcada entre dos grandes ventanales |
Le hablaron de una pasta diferente a la habitual, que extendió primero por la pared para "rasearla", y luego, sobre el papel. Y ya veis, el resultado es exacto al de una pared lisa y absorbente.
El despacho se integra en la habitación gracias a una sencilla mesa sobre caballetes. |
La butaca, tapizada en tejido Keyness burdéos, resalta sobre los tonos claros del dormitorio. |
El acceso al vestidor también encaja a la perfección con el papel elegido. |
Enhorabuena Carmen, nos ha encantado. Y el resultado es el de todo un profesional.¡Feliz Martes!
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